martes, 29 de septiembre de 2009

Se formó Candela

Ella la chica más bella que había visto, estaba desnuda en la cama de la habitación del rafa, deseosa e insaciable. Su blanco y exuberante cuerpo contrastaba con la negrura del lugar y la oscuridad de la noche. Sabía que ya había estado con el rafa, pero yo aunque comprometido y casado, en la otra pieza de la pensión con mi mujer, no podía dejar de pensar en ella. Ya tarde e impaciente, se me ocurrió una idea genial, decirle a mi esposa que el rafa estaba solo y que iría a su habitación a tomar algo frio para matar el calor de esa noche de verano. Previamente me había cerciorado de que ella seguía allí y que el rafa ya le había platicado de mí. Confirmado todo, me dispuse hacia la pieza de la lujuria, que me esperaba cruzando un pasillo de la pensión. Apenas entre ella sin decir una palabra me arranco los pantalones con los dientes y comenzó a besarme todo el cuerpo. Hasta que llego al lugar que yo tanto deseaba, casi muero de placer. Lo que segundos más tarde me mato y me revivió fueron sus labios que subían y bajaban, húmedos y calientes envolviendo y trepando mi órgano viril. La tome con mis manos por la cintura y la clave como un papel, besando sus exuberantes pechos, la cabalgaba como un caballo salvaje desbocado. Mientras nuestros cuerpos se fundían por el calor y la pasión que aumentaba cada vez más, comenzó a sonar mi celular. Obviamente no lo atendí, y siguió sonando y nosotros seguíamos gozando, ella con mi pinga otra vez en su boca, hasta que no aguante mas y terminamos juntos, gozando hasta el final. En ese momento miro el celular y era el numero de mi mujer, pero mi asere, estaba cuidando la puerta y yo ya estaba pensando en dar la vuelta, cuando de repente se escuchan pasos, era ella y a los gritos me dijo, ¡pero chico que haces tú aquí yo te mato ahora mismo! Salí corriendo y lo que se formo después fue candela, pero valió la pena. Por culpa de rafa que se había ido al baño, me descubrió mi mujer, la cual se fue de la pensión y me dejo libre para poder encontrarme con mi princesa bella todas las noches que siguieron y luego pasaron a ser todas los días de mi vida, porque nos casamos y nos fuimos a vivir a la habana y el fruto de nuestro amor fue nuestra niña la cual llamamos candela

Ana Victoria Sirena

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