domingo, 22 de noviembre de 2009

Cambio de Color!

- ¿Y cómo la pasaste ayer?

- Bien, yo que sé, igual que siempre, ya me estoy aburriendo de ir siempre al mismo lugar, ¡pero nunca las puedo convencer de ir a otro lado!

- Si yo hubiera ido te hubiera apoyado totalmente la moción, ese boliche ¡no-da-más!

- Jaja, tenés razón, encima no sabés la que me pasó ayer, boluda…

- ¿Qué? ¿Te conseguiste un chongo nuevo?

- Nah, si ahí no hay nada, pero justamente, un pibe viene a bailar al lado nuestro, yo veo que me mira y me mira…

- ¿Y cuál te tiró?

- Algo como “a ti te hace falta un cambio de color, niña”, me tira, muy serio él, ¡y no pude evitar reírme!

- ¿Cómo?

- Claro, ¡el chabón era negro! a mí me había gustado desde un principio, vos sabés…

- Si, ¡claro que lo sé! No me olvido más de Charles…

- Bueno, yo, acordándome de tus anécdotas, lo miré un rato, hasta que me vino a hablar y me dijo esa estupidez; yo no sé que les pasa a los pibes, primero uno me preguntó la clásica ¿estudias o trabajás?

- Jaja, no, por favor, ¿en serio?

- Si, boluda, dejá de reírte, pobre, me dio pena, pero igual le corté el rostro de una, sabelo.

- ¿Y con el negro que pasó?

- Nada, no sé, me pareció un poco langa y le corté el rostro a él también.

- Pero, nena, ¡a vos nada te viene bien!

- Tenés razón, creo que me aburrí de los hombres… quizás mi destino es ser lesbiana, no sé…

- Ay, ¡que pelotuda que sos! Si te gustan más los pibes que el helado, ¡dejate de joder!

- Jaja, sí, tenés razón boluda… bueno, no sé, capaz son ellos y no yo. O capaz soy yo. Ah! ¿¡Por qué es tan difícil la vida?!


Antonella D'Alessio

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