lunes, 2 de noviembre de 2009

¿Te acordás?

Las luces se apagaron a las dosmildoscientas horas exactamente. La voz, con la misma impersonalidad de siempre, volvió a exigir silencio como muestra de respeto a los constantes caídos en combate, las palabras eran un enemigo últimamente (siempre). La muda y aséptica sala sólo encontraba interrumpida su tranquilidad por los esporádicos y lejanos bombardeos. 36498 se revolvía en su colchón, inquieto.

- ¿Te acordás qué es la poesía? Cada día mi memoria se borra un poco más y me cuesta acordarme de cosas que presiento eran tan cotidianas…

- Shhh, callate, no hables de esas cosas en voz alta! – respondió iracundo 36547.

- No pasa nada, no tengas miedo, a esta hora nadie escucha ni vigila.

- Por si acaso no hablemos, OK? –contestó, esperando que esta vez dejara de hablar.

- Uh, siempre lo mismo con vos, no te das cuenta de que si obedeces te terminas convirtiendo en lo que ellos esperan que te conviertas? Nosotros por lo menos algunos recuerdos del Viejo Mundo tenemos, pero los chicos hoy día no saben nada, ni siquiera entienden lo que era el papel, y eso que traté de explicarles… - soltó, agarrándose la cabeza como para detener estas y otras ideas que no parecían tener intención alguna en desaparecer de su conciencia.

- Para qué? Por qué tenés que meterte siempre en problemas? No podés simplemente conformarte con la vida que tenés? No te falta nada, disfrutas más de lo que trabajás, tenés la suerte de estar ahora defendiendo los valores del País Oficial y tu esposa e hija te respetan por eso!

- Si, pero ellas no me aman, ¡no conocen ni siquiera lo que eso significa! –contestó 36498 al borde de las lágrimas.

- Shhh!!! Cortala, por favor, ¡nos ponés en peligro a todos!

- Cómo quisiera que comprendas que la memoria es lo único que nos queda… es lo único que me da energía para seguir…

- Yo por suerte ya casi no tengo recuerdos de ese mundo, y no entiendo cómo sentís melancolía hacia un sistema que no hacía nada por nosotros – Respondió 36547 con satisfacción, casi como esperando que alguien lo felicite por su lealtad.

- Ese es el problema – replicó 36498 - ahora todo está hecho para nosotros, no hay necesidad de resolver nada, de preocuparse, de pensar… eso es lo que no soporto, nos enseñan a no reflexionar jamás, a no preguntarnos nunca nada, ¡NADA! – exclamó, ya sin poder contener las lágrimas de impotencia.

- No seas estúpido y aprendé de una vez por todas que así es mejor: más fácil, menos esfuerzo, más placer y diversión, menos preocupaciones y temor.

- Pensá como quieras, pero yo prefiero poder ser yo y temer, a ser uno más del montón y sonreír estúpidamente sin entender el por qué – dijo 36498 desafiantemente.

- Shhh!!! Viene alguien, te dije que ibas a meternos en problemas!

- Noté mucha frecuencia de sonido en esta zona, 36547, ¿qué sucede? ¿Alguien tiene problemas en comprender que el silencio es respeto?

- Por supuesto que no, señor Oficialísimo, señor, 36498 estaba hablando dormido, eso es todo.

- Vuelvan al plácido sueño, inmediatamente!

- Sí señor, Oficialísimo, señor, inmediatamente! –respondieron ambos antes se sumirse otra vez en el “respetuoso silencio”.



Antonella D'Alessio

No hay comentarios:

Publicar un comentario